Hasta hace bien poco la depresión infantil había sido cuestionada, siendo rechazado durante muchos años que existiera este trastorno antes de la pubertad. La infancia feliz es un mito forjado por el deseo adulto que , desafortunadamente, ha sido contradicho por la evidencia.
El Manual de diagnóstico DSM-III impulsó la investigación sobre la depresión infantil, que ha sufrido un importante incremento en las dos últimas décadas.
La mayoría de los autores que han estudiado este trastorno sostienen que la depresión infantil y adulta son semejantes, aunque la edad modula las características y la repercusiones negativas del trastorno. (Mendez, Olivares y Ros).
Según Asociación Americana de Psiquiatría los síntomas de la depresión son los siguientes :
- Estado de ánimo triste o irritable.
- Pérdida de interés o placer en las actividades.
- Pérdida ó aumento de apetito.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o longitud psicomotores.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimientos de inutilidad o de culpa.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
- Pensamientos de muerte.
A la hora de realizar un diagnóstico, es importante tener en cuenta el gran índice de comorbilidad que tiene la depresión infantil con otras patologías. Esta comorbilidad es especialmente fuerte con los problemas de conducta y la ansiedad. Hay una importante relación entre la depresión y la ansiedad en niños entre 8 y 12 años y todavía más intensa en los niños más pequeños. La ansiedad es, de todas las perturbaciones, la que más frecuentemente se encuentra asociada a la Depresión Infantil. También hemos de tener en cuenta que una patología puede ser el desencadenante de la otra, por ejemplo, los problemas de conducta pueden dar lugar a la aparición de la depresión.
En referencia al tratamiento, la comunidad científica coincide en afirmar que el tratamiento más efectivo de la depresión es el cognitivo-conductual.
La terapia conductual y la cognitiva coinciden en modificar los sentimientos, los comportamientos y los pensamientos característicos de la depresión infantil.
Como psicólogos infantiles, en nuestro gabinete diseñamos un plan integrado de tratamiento emocional-conductual-cognitivo con el fin de conseguir en el niño tres cambios terapéuticos fundamentales:
- Que aprenda a valorar sus sentimientos,
- Conseguir que sustituya sus comportamientos que le provocan emociones negativas por conductas más adecuadas,
- Que modifique sus pensamientos distorsionados sus patrones erróneos de razonar.
En los casos más graves, el tratamiento psicológico se completa con medicación antidepresiva, siempre bajo prescripción médica.