Tratamiento para superar fobias

Psicoterapia para superar fobias

Las fobias son miedos irracionales e intensos ante situaciones u objetos que no representan un peligro real  tal como la persona lo percibe. Los síntomas que puede experimentar pueden ser los mismos que las personas que sufren ansiedad: mareos, palpitaciones, sudoración excesiva, temblores, etc.

Pero a diferencia de una persona con un diagnóstico de Trastorno de Ansiedad, donde los síntomas se experimentan de forma casi constante, en el caso de las fobias, lo que despierta la ansiedad es la presencia (real o imaginaria) de aquellos estímulos que desatan la fobia. Esto hace que quienes padecen de una fobia busquen evitar todas aquellas situaciones que los confronten con el objeto de sus temores.

Las fobias son normalmente aprendidas en la infancia, mediante la asociación de esa ansiedad a un determinado estímulo.

Un ejemplo que nos parece muy ilustrativo de cómo se crea una fobia es el caso de un niño que se queda atrapado en un ascensor o armario. En esa situación es habitual que comience a ponerse nervioso, a sentir que le late muy fuerte el corazón, que le falta el aire, a pensar que igual tardan mucho tiempo en encontrarle…De esa forma su nivel de ansiedad va creciendo y creciendo, hasta que alguien le socorre y le saca.

¿Qué puede quedar grabado en la mente de ese niño? Que el estar encerrado le ha hecho sentirse muy mal, y que el salir de la situación le ha permitido encontrarse bien de nuevo. Es decir, escapar de la situación es bueno porque le ayuda a reducir la ansiedad. A partir de ese momento, el niño que ha hecho esa asociación en su cabecita, cada vez que se encuentre en un espacio cerrado o ascensor, comenzará a sufrir los síntomas negativos descritos anteriormente y automáticamente comenzará a pensar en cómo salir de ahí para encontrarse de nuevo bien.

Es lógico en este caso pensar que este niño, a partir de entonces, puede comenzar a evitar esa situación que le produce malestar y miedo. Como al evitarla su ansiedad se reduce y se siente mejor, va consiguiendo que el miedo se fortalezca y haciéndose más grande la fobia.

Si la situación sigue agravándose, puede llegar un momento en que no sea necesaria la presencia del estímulo para desatar la fobia. A menudo solo con pensar en tener que enfrentarse a la situación temida, los síntomas ansiosos aparecen.

Las fobias son normalmente aprendidas en la infancia, mediante la asociación de esa ansiedad a un determinado estímulo.

El adulto que sufre una fobia es consciente de que su miedo es irracional o exagerado. Pero se siente incapaz de detener ese malestar que sufre. En el caso de los niños no es tan común esa percepción de irracionalidad.

Los tratamientos psicológicos para las fobias específicas suelen dar muy buenos resultados. Cualquier tratamiento eficaz incluye la técnica de exposición, que consiste en afrontar de manera gradual el estímulo temido. El problema que aparecía hasta hace poco era la dificultad que surgía a menudo para poder realizar una exposición en vivo. Principalmente, porque no todas las personas que sufren una fobia pueden o se sienten capaces de enfrentarse directamente al objeto o situación temida.

La Realidad Virtual es una nueva tecnología capaz de crear una realidad ilusoria. Son ambientes tridimensionales en los que la persona puede interactuar, con un gran número de ventajas de las que no goza la Exposición en vivo.

En nuestro Gabinete de psicología Nuria de Juan de Getxo llevamos tiempo utilizando la Realidad Virtual para el tratamiento de diferentes patologías, incluidas las fobias, con muy buenos resultados y gran satisfacción por parte de nuestros pacientes.

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¿Qué tipos de fobias existen?

Fobias Específicas

Una fobia específica es un miedo intenso e irracional hacia algo que no supone el peligro que el sujeto percibe . Algunas de las fobias específicas más comunes son principalmente miedo a los lugares cerrados (ascensores, etc),  las alturas, miedo a conducir, a los animales, los túneles, el agua, volar en avión, y la sangre.

Este tipo de fobias son muy específicas, el miedo se relaciona con algo muy particular.  Es decir, una persona puede ser muy audaz conduciendo su coche, y tener miedo extremo a que otra persona conduzca. O tener fobia a las arañas y no sentir ningún temor hacia otro tipo de animal.

La persona que sufre una fobia es consciente de que su miedo es irracional, pero aun así no puede controlarlo.

Dentro de las fobias podemos distinguir dos  componentes:

  • La Ansiedad fóbica, que aparece ante la presencia imaginada o real de la situación u , objeto temido, mostrándose a través de multitud de síntomas como taquicardia, dificultad para respirar, sudoración, percepción de inseguridad o pérdida de control.

  • La Evitación, que se refiere a la tendencia a rehuír el contacto con el estímulo fóbico. Como resultado de la ansiedad, el individuo tiende a evitar aquellas situaciones en las que se considere que haya peligro o amenaza. Cuando se huye de una situación generadora de ansiedad, esta conducta se refuerza al producir un alivio inmediato en la persona. De forma que se mantiene la tendencia a evitar en el tiempo y, a su vez, se incrementa la sensación de ansiedad ante la fobia.

Si el objeto que produce miedo es fácil de evitar, las personas con Fobias específicas puede que no sientan la necesidad de ningún tratamiento. A veces, sin embargo, tener que evitar una situación fóbica puede implicar decisiones importantes personales o profesionales, y si esta evasión se lleva hasta el extremo, puede llegar a incapacitarnos para hacer según qué cosas. Las fobias específicas pueden ser tratadas perfectamente con una psicoterapia cuidadosamente dirigida.

Fobia Social (Trastorno de Ansiedad Social)

La fobia social es un miedo desproporcionado e irracional a un cierto número de situaciones de interacción social.  Cuando una persona sufre de fobia social está convencida de que actuará de manera ridícula, humillante e inadecuada, por lo que está convencida de que sufrirá el rechazo de los demás.

El sujeto sufre un fuerte malestar cognitivo y emocional y por ello tiende a evitar las situaciones comprometidas, como pueden ser hablar en público, hablar por teléfono, ir a un restaurante o una fiesta etc.

Hablamos de Fobia Social Específica cuando estos miedos aparecen centrados en un número reducido de situaciones sociales. Cuando los temores aparecen en un gran espectro de situaciones, incluso en situaciones cotidianas e impersonales, hablamos de Fobia Social Generalizada. Ejemplos de estas situaciones  podrían ser caminar por una calle con mucha gente, entrar a comprar en una tienda, ir en metro….

La Fobia social no sólo se da en adultos,  aparece a menudo  en la infancia y  adolescencia.  En los niños y adolescentes  las situaciones más temidas son  hablar, leer, comer o escribir en público. Temen jugar, usar servicios públicos, hablar a figuras de autoridad y relacionarse en situaciones formales. ( Beidel, Turner 1999).

El 70-80% de los sujetos con fobia social cumplen los criterios diagnósticos para al menos otro trastorno emocional . Los que más frecuentemente se relacionan son la depresión, otros trastornos de ansiedad y el abuso de sustancias tóxicas.

Aunque la detección precoz y el tratamiento de estos problemas ya en la niñez y la adolescencia es fundamental, sabemos que las personas con fobia social suelen tardar en buscar ayuda entre 6 y 20 años desde que empiezan a sufrir el problema.

¿Cual es el origen de la Fobia Social?

La mayoría de los autores que han estudiado y han presentado modelos explicativos, señala la interacción entre variables ambientales ( contextos sociales negativos), variables del organismo y factores de precipitación que llevan al  sujeto a  asociar determinadas situaciones sociales como peligrosas y, por tanto,  a estar en alerta en ellas y desarrollar por tanto conductas de escape y evitación.

A nivel clínico, Pastor y Sevilla,(  1999) resumen los factores de origen de la fobia social en los siguientes:

  • Malos modelos de habilidad social.
  • Situaciones traumáticas.

  • Aprendizaje de creencias disfuncionales.

  • Relación con otros problemas: falta de autoestima, complejos o  cambios de contexto social.

En el tratamiento de la fobia social en niños y adolescentes, las técnicas más utilizadas son la exposición, el entrenamiento en habilidades sociales y la reestructuración cognitiva. Los resultados contenidos han sido muy positivos. La incorporación de la realidad virtual al tratamiento de este tipo de fobias consigue además reducir la duración de la terapia así como que sea más atractiva para niño o adolescente.

En el tratamiento de la fobia social en niños y adolescentes, las técnicas más utilizadas son la exposición, el entrenamiento en habilidades sociales y la reestructuración cognitiva.

Agorafobia

El término “agorafobia” lo utilizamos con un significado mucho más amplio del que tenía originariamente. Incluimos miedos no sólo a los espacios abiertos sino también a algunos aspectos relacionados con ellos, como el miedo a las multitudes y a la dificultad de escapar rápidamente hacia un lugar seguro. La palabra por lo tanto se refiere a un grupo interrelacionado y a menudo superpuesto de fobias que giran en torno a salir de la seguridad del hogar, al miedo a grandes cantidades de gente, a los lugares públicos, o a ir sólo en el coche, en el tren o en el avión.

Los sujetos que sufren agorafobia pueden llegar a no salir de casa completamente. La falta de una salida inmediatamente disponible es una de las características claves de muchas de estas situaciones de agorafobia.

La agorafobia puede manifestarse de varias maneras:

  • Como el miedo a salir de casa
  • Como el miedo a estar entre una multitud de gente.
  • Como el miedo a los grandes espacios abiertos.
  • Como el miedo a estar lejos de casa.

Si se diagnostica y se trata rápido la agorafobia se puede curar; si no se trata durante mucho tiempo puede convertirse en una afección debilitante, aterradora y destructiva.

Si usted nota que está empezando a evitar algunas situaciones debe empezar a tratar su ansiedad inmediatamente antes de que desarrolle una pauta que después se vuelve muy difícil de romper.

La agorafobia es una afección comúnmente relacionada con la ansiedad que normalmente se desarrolla como una manera de evitar las situaciones que provocan ansiedad. Inofensiva al principio, parece ser una manera fácil de controlar la ansiedad pero, al ir pasando el tiempo, el elemento fóbico se vuelve aparente. Las consecuencias de la agorafobia pueden ser una baja autoestima, pérdida de auto confianza y total dependencia de los demás. La agorafobia también puede hacer que la gente se recluya, que se retire de la sociedad por miedo a enfrentarse a su afección.  (trastornosdeansiedad.wordpress.com).

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