El Bullying o acoso escolar lo podemos definir  como aquel comportamiento agresivo repetido contra una víctima que no puede defenderse fácilmente a sí misma (Olweus, 1991). Es un fenómeno que, desgraciadamente,  crece día a día y que parece extenderse a nivel global, sin tener en cuenta distinciones culturales.

Las consecuencias del bullying para la víctima pueden llegar a extremos muy trágicos, como quitarse la vida o  la venganza contra quienes responsabiliza de los ataques. Pero sin llegar a esos desenlaces, la persona que ha sufrido acoso escolar muy a menudo  arrastra secuelas que suelen perdurar en la vida adulta, como pueden ser dificultades en las relaciones sociales,ansiedad, depresión, fobias, baja autoestima…

Del lado de los que han realizado el acoso, también aparecen implicancias severas, ya que si la conducta agresiva no se trata en la infancia, corre el peligro de convertirse en habitual y desembocar en violencia doméstica o comportamiento criminal en la edad adulta.

Este artículo tiene como objetivo describir  las características fundamentales del programa antibullying desarrollado en Finlandia en el año 2006, denominado KiVa.  Este programa  viene dando muy buenos resultados, tanto en el país de origen, como en aquellos que lo implementaron.

¿Cuáles son las características principales del programa KiVa?

Como se desprende de los distintos tipos de bullying existentes, una correcta intervención debe ocuparse de la mayor cantidad de factores intervinientes en el acoso, para tratar de eliminar todos aquellos posibles focos de conflicto.

El programa cuenta con  material informativo para padres y docentes, con el objetivo de  educar e sobre  los efectos nocivos que tiene la intimidación, así como las distintas formas de prevenirlo. Además, , se utiliza material virtual, incluyendo un juego de ordenador, en el que los participantes deben ir ensayando distintas respuestas adaptativas que luego deberán poner en práctica en las interacciones reales del colegio.

Sin embargo, el carácter distintivo del programa es el peso central que pone en los sujetos que presencian las situaciones de abuso. El argumento central de KiVa, sostiene que la forma en que reaccionan los demás niños frente a la intimidación es crucial para mantener o poner fin a la misma. Influir por lo tanto en este contexto social se vuelve fundamental si se quiere prevenir y reducir el bullying.

Si partimos de la base de  que una conducta se mantiene por las consecuencias que genera, el hecho de que la persona que acosa reciba aprobación implícita de sus pares (mediante mirar para otro lado, no intervenir) y explícita (sumándose a las burlas y reproduciendo rumores, por ejemplo) genera lo que se denomina refuerzo social en el acosador, provocando no solo que el comportamiento intimidatorio no decrezca, sino que aumente y tal vez se generalice a otras situaciones.

Y a la  inversa. Un niño que  ataca a un compañero,  y no solo no recibe  risas o caras de «yo no me meto a defender» de parte de los demás alumnos, sino que además se encuentra con una defensa activa de los demás compañeros hacia la víctima, es menos probable que siga intentando agredir a éste o a otros compañeros en el futuro.

Para lograr este efecto en el medio social, se seleccionan aquellos compañeros prosociales que serán los encargados de apoyar a quienes sufren el acoso. El maestro de clase organizará encuentros por separado con estos alumnos, y tendrá la finalidad de capacitarlos en lo que serán las acciones que llevarán a cabo para defender a la víctima.

Comentarios finales

El programa KiVa está dando muy buenos resultados tanto en Finlandia, como en aquellos países que lo han implementado. Entre los efectos producidos, se encuentra la reducción de la intimidación, la persecución y victimización. Las conductas de espectador, el observar sin hacer nada, también se han reducido, y  los comportamientos empáticos y la percepción de eficacia en la defensa de los compañeros, se han incrementado.  Al mismo tiempo, aumentó la satisfacción de los niños hacia la escuela.Por tanto,  los efectos parecen modificar el medio social a nivel general, lo que genera un clima de menor tensión en las instituciones educativas.

Sin embargo, es necesario poner de manifiesto que puede ser un error importar un programa de este tipo sin tener en cuenta las particularidades culturales del lugar de destino. La implementación de KiVa en este caso, debería estar acompañada de un análisis cuidadoso de las particularidades históricas, culturales y económicas del lugar donde se tiene pensado llevar a cabo. A su vez, es necesario destacar la importancia de que las acciones contra el fenómeno del bullying sean globales, con apoyo de los gobiernos. Un punto que reconocen los investigadores que han estudiado la eficacia del programa, es que probablemente los efectos positivos y la gran masificación que ha tenido el método en Finlandia, se deba a que contó con el apoyo del Ministerio de Cultura y Educación de su país.

Referencias

Salmivalli, C., Poskiparta, E. (2012). KiVa Antibullying Program: Overview of Evaluation Studies Based on a Randomized Controlled Trial and National Rollout in Finland. International Journal of Conflict and Violence. 6 (2) 294 – 302.

Sierra, P. A. (2012). Factores de vulnerabilidad y riesgo asociados al bullying. CES Psicología, 5(1), 118-125.

Viscardi, N. (2011). Programa contra el acoso escolar en Finlandia: un instrumento de prevención que valora el respeto y la dignidad. Extraído de http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S1415-69542011000100003&script=sci_arttext&tlng=en
Por Mauro Colombo -31/08/2016