Un trauma psíquico es un evento intenso e  inesperado  que sobrepasa las capacidades de defensa y adaptación, poniendo a la persona en una situación de desamparo e indefensión.

Se producen 3 tipos de síntomas:

  •  Síntomas de re-experimentación: recuerdos y sueños recurrente e intrusivos del suceso traumático.
  • Síntomas de evitación: esfuerzos para evitar lugares o personas que recuerden el suceso, e incluso conversaciones sobre ello.
  • Síntomas de aumento de la activación: hipervigilancia, problemas de concentración, irritabilidad.

desastre TEPTEn el caso de los niños, la re-experimentación puede desarrollarse en algunos casos con latencia. A menudo aparecen juegos repetitivos, pesadillas en las que aparecen monstruos etc.. También suele aparecer el miedo a la oscuridad, conductas regresivas y alteración de la secuencia de los hechos.

Aunque los niños que viven un suceso traumático, normalmente tienen una reacción emocional inmediata similar a la de los adultos, difiere la forma en que un niño expresa sus estados emocionales.

Los niños más pequeños tienden a expresar su sufrimiento de forma más global, a través de conductas de retraimiento o con la pérdida de hábitos o aprendizajes previamente adquiridos. Por ejemplo, pueden presentar comportamientos regresivos. Es decir, puede que “den un paso hacia atrás” y realicen conductas características de un estadio anterior del desarrollo que, en su momento, ya superaron. Estos comportamientos regresivos pueden afectar distintos ámbitos como el lenguaje, la  autonomía personal o, incluso, el control de esfínteres. En el polo opuesto, pueden aparecer pensamientos no esperables para la edad (“adelantados”, demasiado tempranos),  tales como preocupación por la muerte.

Otra forma en la que se puede expresar el malestar es a través de alteraciones del sueño o de la alimentación. También, pueden sentir miedos constantes, sobresaltos y dificultades para readaptarse a la vida cotidiana. Los síntomas físicos como el dolor de estómago, de cabeza o las náuseas, son otra forma más en la que puede expresarse su angustia.

tept niños

A pesar de que las dificultades para manifestar el malestar son las mismas para ambos sexos (ya que ni unos ni otras, tienen suficientes habilidades todavía para verbalizar sus miedos y emociones), existe una diferencia entre sexos, en cuanto a la forma en que cada uno  manifiesta su  pesar: en el caso de las niñas, suelen predominar los síntomas más de tipo ansioso y depresivo mientras que, en el caso de los niños, es más común que aparezcan trastornos de conducta.

El tratamiento que ha demostrado una elevada efectividad hasta la actualidad,  es la Terapia Cognitivo Conductual, utilizando además la Terapia farmacológia  únicamente en los casos de mayor gravedad.

En nuestro gabinete hemos incorporado, al tratamiento cognitivo conductual, la Terapia con Realidad Virtual para aquellos casos en los que consideramos que puede ser muy útil la exposición del niño a los estímulos traumáticos en condiciones seguras. ( Un accidente de coche, por ejemplo).